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Decía Octavio Paz, refiriéndose a Carlos Castaneda que « Si las obras de Castaneda son una obra de ficción literaria, las enseñanzas de Don Juan, lo son de una manera extraña : su tema es la derrota de la antropología y la victoria de la magia; si son obras de antropología, su tema no puede ser menor : la venganza del objeto antropológico ( un brujo) sobre el antropólogo, hasta convertirlo en un hechicero ».
Con frases ambiguas, con un lenguaje lleno de extrañas descripciones, con una poética cargada de referentes cotidianos, Carlos Castaneda nos invitó entre los 70 y los 90, al disfrute de sus extraños libros, escritos originalmente en inglés y traducidos a varios idiomas. Leer a Castaneda fue leer al milenario mito tolteca encarnado en un nagual : el viejo brujo Don Juan Matus; aquel que como los misteriosos hechiceros toltecas no divisan hombres, animales, o piedras, sino eventos energéticos configurados como huevos, filamentos de luz y halos a los cuales solo podíamos acceder a través de ejercitar variaciones significativas en nuestro " punto de encaje". Y, Castaneda, primero su aprendiz y luego un mismísimo brujo, fiel a su opción de anonimato, al acto de " borrar su historia personal ", como Don Juan le aconsejara, perseveró en su arte hasta el último respiro, dando batalla a la gélida lógica occidental, y a la muerte : ésa, nuestra única certeza .
Estas palabras para establecer un parangón entre la obra del misterioso peruano,
Y como su maestro imaginario Yokirami, “aprehende” al personaje de este libro,
Por el contrario, el “unidiverso” andino ecuatorial como quisiera Makarios Atawallpa,
"mama": cultura Jama Coaqui, Pacífico Ecuatorial

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Atawallpa Makarios Oviedo, nacido en las altas tierras andinas centro ecuatoriales en 1961,
Sabemos que su primera militancia estuvo orientada a la acción marxista leninista,
Había publicado dos libros de antipoesía, sendos ensayos sobre el graffiti poético de los 80
Desde el 2002, viaja todos los años por diferentes países de Europa, difundiendo a través de talleres,
En sus páginas deberemos internarnos con nuestra propia creatividad para contradecir la “Historia” inventada por los pensadores de la “modernidad” y “el progreso”, por las enseñanzas de la historiografía occidental y las mismas y repetitivas ideologías euro centristas de una “novísima” post- modernidad, quienes nunca supieron comprender lo que significaba una “cosmovisión”, es decir una visión cósmica del ser y del estar , del buen vivir y del bienestar; en aquella de nuestros ancestros, siempre interesada en hacer tangible el mundo del cielo, en el mundo natural y en el de los seres humanos; tal la meta inacabada de nuestros antepasados y en la cual persevera y pulsa sus flechas y pucunas, el autor.
“Hoy la mayoría de personas no pueden mirar al sol y por eso no pueden ver lo sagrado”
Si todo camino es una iniciación y si todo caminante es de por sí un buscador, si todo buscador

En una época en la que todavía el mal entendido shamanismo, aquel negocio comercial y floreciente
Es en medio de la fluidez amorfa de un planeta global en caos, es en estas tierras que constituyen
Diego Velasco Andrade
Ki-To, Tierra del centro, mayo de 2008
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