miércoles, 23 de julio de 2008

MITOLOGÍA ANDINO ECUATORIAL


EL MITO PAN ANDINO DEL MAESTRO
TUNUPA WIRACOCHA

Imaginario de Wiracocha en Ollantaytambo-Perú (imagen Velasco)




"La tradición relativa á ciertos hombres blancos y barbados, que aparecieron de repente en medio de las tribus indígenas, es otra circunstancia muy digna de examen, tratándose de la historia de las naciones que poblaron antiguamente estas provincias. Las tribus de los Zarsas y las de los Paltas en la provincia de Loja, y las de los Puruháes en Ambato y en Latacunga se­ñalaban unas piedras grandes, en las cuales se veían impresas las huellas de un pie humano, que manifes­taba ser de varón. Esas piedras eran muy veneradas por los indios, porque decían que sobre ellas se había solido parar un personaje misterioso, que enseñaba doctrinas religiosas nuevas y desconocidas. Este personaje era extranjero, andaba como peregrino y, al despedirse de los indios, se quitó la sandalia con que llevaba calzados sus pies, y estampando en la piedra su planta derecha, dejó patentes sus huellas, para me­moria y recuerdo perpetuo de su venida á estos luga­res y de su predicación á las antiguas tribus indígenas pobladoras de estas provincias

Los conquistadores y los primeros cronistas ame­ricanos explicaban muy fácilmente esta tradición, di­ciendo que el personaje misterioso no podía ser otro sino uno de los Apóstoles y, sin duda ninguna, Santo Tomás ó San Bartolomé. De este modo, la presencia de los dos Santos Apóstoles en el Nuevo Mundo les parecía un hecho averiguado y acerca de cuya verdad no podía dudarse.

Empero, ¿cuál pudo ser el origen de esta tradi­ción?— No es raro encontrar piedras con hendiduras, que semejan, naturalmente, de una manera más ó me­nos perfecta la huella de un pie humano: la imagina­ción viva de los indios y su carácter, propenso á la superstición, les hacían ver en esas piedras más de lo que en realidad había; las hendiduras se convertían en huellas perfectas y veían claramente, auxiliados de su preocupación, las señales de un pie desnudo, estam­padas en la piedra, y sobre un fundamento tan vano se levantaba toda una leyenda ó tradición. El P. Velasco trata de este punto y cita la piedra que es­taba en el llano de Callo, pero no dice nada de la de Gon-zanamá, aunque aduce otros testimonios en pro de la tra­dición no sólo de la predicación de Santo Tomás sino tam­bién de la de San Bartolomé en estas provincias.


Imaginario de Wiracocha en Machu Pichu (afiche Cuzco)


La tradición del personaje misterioso que dejaba, al partir, grabadas las huellas de sus pies en las pie­dras desde donde predicaba á los indios, no era pro­pia solamente de las antiguas naciones ecuatorianas, sino de muchas otras tribus del Perú y hasta del Gran Chaco en el Paraguay. Ese personaje misterioso era anciano, de aspecto venerable, de otra raza distinta de la americana; llevaba á la mano un cayado en que apoyarse, su vestido era talar y obraba milagros.. . ¿Qué más se necesitaba para tener á ese personaje ma­ravilloso por el Apóstol Santo Tomás? Había venido de fuera; desapareció de un modo sobrenatural; pero, ¿todas estas circunstancias eran creídas y repetidas por los indios, antes de la conquista? La crítica histó­rica está obligada á examinarlo detenidamente.

Entre esta tradición y la que conservaban los me­jicanos relativamente á Quetzat-Coatl, su legislador, hay una diferencia muy notable: lo mismo podemos de­cir respecto del mito de Votan, tan célebre entre los pueblos de la América Central, siempre que el Votan de los Quichés no sea el mismo Quetzat-Coatl de los Aztecas, como opinan algunos graves autores. Los per­sonajes misteriosos de los Aztecas y de los Quichés son fundadores de imperios y de nacionalidades, y le­gisladores, á la vez civiles y religiosos: arreglan el cul­to y organizan el estado, y después desaparecen. El personaje de la leyenda ecuatoriana y de la peruana aparece aislado, y, á manera de peregrino ó viajero, recorre la tierra; pero sin fundar institución alguna durable".

Por lo que respecta al Ecuador, creemos que esta tradi­ción no puede ponerse convenientemente entre los mitos de nuestros antiguos indios, pues éstos, (si hemos de ate­nernos al testimonio de Calancha, de Velasco y del anó­nimo de la Descripción geográfica de Ambato y Riobamba), jamás confundieron á sus dioses Kon y Pachacámac con el personaje misterioso, las huellas de cuyos pies mos­traban los Paltas en una roca cerca de Gonzanamá, y los Puruháes en las piedras de Huaohi y de Callo. Betanzos dice que el personaje misterioso, se llamaba Tu-napa, y que apareció en las costas de Manabí, de donde pa­só al Perú; mas, en el litoral ecuatoriano hasta ahora no se ha encontrado vestigio alguno de semejante tradición".


Fuente: Historia General de la República del Ecuador, Federico González Suárez, 1890


Imaginario de Wiracocha en Ingapirka Ecuador (imagen Velasco)



Creación literaria:


HUNDIMIENTO DE MU
Y RELACIÓN DE OTROS HECHOS MISTERIOSOS
OCURRIDOS EN EL REINO DE LOS COLIBRÍES


(FRAGMENTOS)

Pensador Napo Runa (Amazonia ecuatoriana)

I.

Desde
una vasta región
de neón y magmas

Desde las hondas aberturas
que escupen olas de sulfuro
y peces humeantes
desde la certeza
de un cielo interno
marcado por la flecha

llega Tunupa.

Su ser no
es de un lugar
ni un tiempo
y es marina
su dócil túnica de helechos
y de profunda lana
su alta toca de
wanakus:

T U N


U P A


W I R


A C O


C H A :

o j o s d e dulce p u m a
r e s p l a n d e c i e n d o
e n t r e l o s Antys.

Shaman cultura Jama Coaqui- Ecuador (imagen BCE)


II.


Padre solar
hermano maíz
Mama Paccha
abuelitas piedras:

nuestro mundo
está agotado
y nuestro tiempo también

el serpenteante espíritu del
Pacha Kutik vuelve

La guerra se enseñorea
en los cuatro confines
del Allpa .

Lo que ayer fue lozano
hoy deviene turbio

Los amautas
esfuman las claves del retorno
entre las aristas del páramo

El eco
de otros hombres arriba
con las olas

Es la señal de ovillarnos
de regresa al sonido
primordial:


I N N

T Y Y Y

Y Y Y Y Y

Y Y Y Y Y Y Y.

Búho en botella silbato de la costa ecuatoriana (imagen BCE)


III.

Spondylus
Vientre de caracola
vámonos
a desovillar
el fin de mundo
que viene.

Tumbada esta edad
sobre el musgo piramidal

renaceremos.

Seremos
ninacuros aleteando

500 vueltas

en la oscuridad.


IV.


Amarás al gran espíritu

JATUM PACHAKAMAK PACHAKUTIK

tu padre

como al minúsculo
spondylus que bulle
bajo el agua.


V.


Somos centelleos
del Gran Espíritu

Nuestra existencia
es apenas una lágrima
en el vasto
océano
del universo

espiral que encarna
y desencarna en nuevas existencias

Unas veces
de pie
Anan
otras
de cabeza
Urin

En el fuego deTayta Inty
o en la lechosa miel de Quilla :
la mama plateada
cordel de principio
y de término no

existen...


VI.


No hay
estacion final
para las estrellas
en el cielo:

si un grano de tu ser
se extinguiera

entonces el gran

Jatum
Pachakámak
Pachakutik

no existiría.



VII.


El caos
y el azar
engendran

un orden:

PACHA KÁMAK

amoroso artesano

del gran telar
del orbe.


VIII.


Waranga waranga
kutik samugshi

dijo Ataw Allpa:

incontables volveremos

igual que las
constelaciones que pueblan
el cielo


IX.


Estas
son
las últimas
embarcaciones
construidas
por el noble
Señor del Reino de los Colibríes
para ir a explorar
el País de las Iguanas:

frugal destino
perseguido
por Tunupa

cien largas
lunas

adentro.

Diego Velasco Andrade

Cordeles, Selección poética personal,
K- Oz Editorial 2004

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