miércoles, 26 de enero de 2011

MITOLOGÍA ANDINO ECUATORIAL



DE LOS GIGANTES ECUATORIALES
Por Jorge Carrera Andrade
(1973-1978)


"La historia primitiva del Ecuador se confunde con la fábula. El primer hecho de que hablan las crónicas antiguas es la llamada "invasión de los gigantes" por el mar y su establecimiento en la Península de Santa Elena. La tradición de los gigantes era común en toda la costa de la América meridional, aún en los días de la conquista española. Los cronistas de Indias recogieron muchos datos curiosos acerca del increíble acontecimiento. El historiador Fernando Montesinos señala el reinado de Ayar Taco Cápac como la época en que los gigantes llegaron a Puerto Viejo, en una gran flota, y cuenta que su jefe llamado Chimo se dirigió al sur y emprendió la construcción del templo de Pachacámac. Guaman Poma de Ayala, en su pintoresco y original códice, nombra algunos capitanes de esa raza de gran corpulencia que precedió, según él, a la de los Huarirunas o autóctonos del Perú y que llegó en la "época del desierto" o de la gran sequía.



Otros cronistas primitivos han escrito con mayores detalles sobre la vida de los gigantes en las tierras equinocciales. El fraile Anello Oliva asegura que estos extraños invasores "venidos del mar" construyeron grandes pozos artesianos para proveerse de agua potable, y afirma que él vio con sus propios ojos en la Península de Santa Elena algunos huesos de aquellos desmesurados ejemplares humanos, semejantes a los encontrados en Tlaxcala.

Antonio de Alcedo, al referirse a la misma Península dice:

"Es tradición que ese lugar estuvo habitado de gigantes y se hallan unos sepulcros disformes de que se han sacado huesos muy grandes que han caracterizado todos de figuras humanas ...".



El Padre Lizárraga, el prolijo Cieza de León y otros historiadores y viajeros cuentan que Juan de Olmos, primer Gobernador español de la provincia de Atacames, hacia 1540, ordenó hacer algunas excavaciones y obtuvo pruebas sorprendentes de la presencia de unos hombres de talla desmesurada, en la costa equinoccial, hace muchos siglos. Los mismos cronistas afirman que los gigantes exterminaron a los antiguos pobladores y se instalaron en sus tierras, hasta que fueron aniquilados, a su vez, por un cataclismo de origen volcánico, por un maremoto o por una transformación geológica.

Los hombres de ciencia no están de acuerdo acerca del origen de esos huesos de grandes dimensiones. Humboldt afirma que aquellos que se encontraron en la costa ecuatorial son "restos enormes de cetáceos desconocidos". El antropólogo francés Paul Rivet no creía en la existencia de los gigantes en América, -según lo afirmó verbalmente, poco antes de morir, al autor de este libro-, aunque aceptaba la presencia de hombres de gran tamaño en otros lugares del mundo en edades muy remotas. Hoerbiger y otros vuelven a la creencia primitiva de los indios americanos. Denis Saurat, inspirado en Hoerbiger, sostiene la teoría de que los gigantes habitaron hace muchos miles de años en los Andes y construyeron los monumentos megalíticos de la costa del Pacífico y los edificios pétreos de Tiahuanaco, "que era un puerto de mar en esa edad de la Tierra".


Algunos arqueólogos suponen que esos titanes existieron en la época en que se extinguía el mastodonte de las Cordilleras de los Andes, o "elefante carnívoro", cuyos restos fueron descubiertos por Humboldt cerca de Ibarra, en la provincia ecuatorial de Imbabura, pues junto a éstos se encontraron algunas hachas de obsidiana. El arribo de unos hombres de gran corpulencia o simplemente de estatura aventajada, a las costas de la América equinoccial, es un hecho que no admite duda"...


Tomado de El camino del Sol,1961 CCE, Jorge Carrera Andrade

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues no hay ningun hueso en ningún museo del chícharo mundo que respalde esta historia, la de Tlaxcala o de la Isla de Pascua. Si eso existiera, creo que el mito de los gigantes dejaría de ser mito-