martes, 15 de enero de 2008

SERIE CRONICAS DE VIAJE


BERLIN DE BABEL

Por Diego Velasco Andrade


A Yalemtsega en alguna parte de Etiopía
Al profesor Herman Becker, a su memoria



…Y después del derrumbe vino el vino de la reunificación .Y vino el tímido visitante de la mitad del mundo, que ahora camina deslumbrado, mirando como un vagón amarillo se aleja por una ruta aérea del metro berlinés.

Abril de l992. Es primavera. No estamos lejos del día en el que el muro de la otra ciudad se volvió trizas, ante los atónitos ojos de miles de jóvenes reunidos bajo la Puerta de Brandenburgo, antiguo punto de sutura de la ciudad desdoblada.

Yo les propongo esta mañana, ir a conocer aquella gran Puerta -dice el profesor Becker-, pero no sin antes transgredir nuestra vieja costumbre de confiar en el orden ortogonal que leemos en la carta, donde sólo hallamos manchas azules y no lagos y forestas de papel y no jardines, y grandes radios de cemento que siempre parecen converger hacia un mismo centro. Entonces, aceleramos el paso hasta igualarnos con su ritmo germano y tomamos el bus que nos hará balancear, de este a oeste de la nueva capital alemana, sin apenas darnos cuenta.

Ahora somos una serpentina entrando en una zona que según Becker "no tiene ningún mérito": un barrio de islotes compactos del siglo XIX, convertidos en fríos monumentos del standard de vida socialista. Recónditos transeúntes de pequeños ojos de ciudad discurren por la mañana y atienden las luces de paso en una calle que tienen más historia de guerra aérea que diez barco-portaviones juntos. Esta es un área totalmente reconstruida, -continúa Becker-, fue el antiguo asiento del bunker fascista .(Yo imagino entonces bajo el suelo, un museo subterráneo donde duermen disecados los últimos horrores del Tercer Reich).

Allí, donde la ciudad oriental semejaba suaves telas de araña sobre el plano, viven ahora marcadas fuertes incidencias cotidianas:

-era hasta aquí que el agua azul llegaba y se convertía en roja ?
-el cielo tenía más y mejores nubes, hacia el lado opuesto ?


CHECK PONT CHARLIE:


Segmentos de alambradas que alguna vez separaron lugares donde la gente vivía, no de la misma manera, pero quizás no mucho mejor que la nuestra, -le digo a Yalemtsega-, mi colega y "camarade éthiopien". El muro fue como un ladrillo invisible que debía separar "dos concepciones diferentes de vida", que para muchos no significaron nada. (Digamos que no solamente a eso, debamos el colapso, el muro batido entre dos calles). Pequeños pabellones ridículos a los dos bandos, mas la bandera de la nueva Alemania ondea gloriosa sobre la antigua torre centinela hoy abandonada.


SMASH INDIANO 1992
!NAZIS RAU!

Un pequeño muro tatuado de graffitis, resta aún en pie para captar una fotografía turística y guardarla como un tesoro postal; el resto es vendido en pequeños pedazos de colores que cualquiera puede cargar en el bolsillo hasta su casa; hay también "pin's" con efigies de Karl Marx, Engels, Lenín, Rosa Luxemburgo, insignias, gorras, banderas rusas y hasta "mamushcas"... Son hindúes o árabes y turcos y pakistaníes los que las venden.

Ahora haremos un tour perpendicular al horizonte -dice Herman Becker él siempre irónico-, hacia la ciudad que hoy se precia de haber reencontrado su "espíritu universal". Aquí está el centro comercial de la ex ciudad oeste; sale de la ciudad medieval del este, la ex "Stalin Strabe", la ex "Karl Marx-Alle", la ex "Luxemburg-Platz"; y aún se divisan las últimas pequeñas iglesias con techos rojos, antes de que la gran circulación nos engluta y aparezcan de pronto los nodos,flechas,luces,tramas,señales,leyendas,puntos,desvíos,círculos,direcciones, de la gran Berlin de Babel:


Un ecuatoriano y un etiope flotando en la nube de la memoria urbana


El bus es una aguja en el monstruo de betún, algo así como un punto que no sería capaz de hallarse en el entorno. Una ruta aérea cruza como un ovni raudo por sobre nuestras cabezas; por sobre los cruces de las avenidas hay tubos multicolores de los que no sabemos su función. Monumentalidad dispersa, post-modernismo irónico y provocador que como un collage curioso permanecerá mucho tiempo aún en pie; el funcionalismo de la antigua Bauhaus, va quedando encerrado en el tejido anciano. Ahora miramos un hermoso ejemplar de panda modelando en una céntrica vitrina, pero el jardín zoológico, el verdor exótico y tropical del Jardín Botánico lo visitaremos mañana, agrega Becker...

Cruzamos el eje más reciente de la ciudad : laboratorios, oficinas, bancos, el BERLIN EXCELSIOR HOTEL, el STORE HOUSE GRILL; cientos de metros más tarde, una gran fuente donde se reflejan las banderas del Centro Internacional de Congresos bautizado en el argot berlinés como el "QUASSELDAMPFER" (algo así como "el barco de los habladores).Grandes "batallas parlantes" han sido aquí libradas -nos dice Becker riendo-.


Cambiamos de perspectiva, ahora seguimos a una motociclista de traje negro y cabellos violetas con la que desembocamos al redondel de la "Zabeth en Or", la gran tela radial que recuerda las antiguas glorias de Bizmarck en el siglo pasado; podemos de allí divergir hacia una avenida partida en seis que nos conduce a una plaza con casi ningún árbol, sólo unas cuantas palomas se posan en las bancas; alguien que más allá anuda los cordones de su compañera; bicicletas por todas partes, edificios con ventanas azules y rosas se esfuman a lo lejos; estamos volviendo otra vez hacia el Berlín oriental.

A la izquierda, varios inmuebles de debut de siglo XX; y un anuncio que muestra "la fuerza de un pantalón"; y dos soldados de la vieja estrella roja que aún no acaban de partir; el VODKA GORVATCHOV escrito en los costados de un tranvía que pasa junto al bus y luego se aleja...(Siento sed, quisiera ir a refrescarme en esta mancha que se divisa en la guía; es el río con su línea verde azulada, donde grandes canoas parecen estar ahí estacionadas sin tiempo).

Son ya las nueve de la noche, la oscuridad va apenas cayendo; liberados del tour matemático, nos dirigimos a pie junto con Yalemtsega hacia el oeste, hacia esa luz que parece una gran escultura bombardeada: la iglesia en honor al Kaiser Wilhelm; se divisa un campanario ultramoderno construído a su costado. La gente regresa de su jornada sin mirar, ni mirarse en nadie. Escuchamos algo como una música andina en el ambiente; un hombre de aspecto familiar me dice: hola, tú eres ecuatoriano?, me llamo Germán Villalba, trabajo aquí en mecánica desde hace un año; son unos muchachos peruanos los que hacen música allá al frente; cuidado en ese sector.

Bajo el campanario hay punks de cabellos rosa y adolescentes rubias que se dejan trenzar los cabellos por jóvenes africanos, hay decenas de rostros de migrantes congregados en el atrio; hay teatro callejero en la plaza; más allá, una mujer cobriza yace inmóvil junto a dos niñas pequeñas que despliegan sus manos hacia el tumulto. Intento tomar unas fotos, una de las niñas me dice “one dólar”, !vamos!, -exclama Yalemtsega molesto-. Entonces nos adentramos más al norte, ahí donde los ojos luminosos de la ciudad, giran anunciando el Berlín nocturno:


Erotische
Shows-zum Ansehen
und Mitmachen

Disco der
Superlativel-Dance &Action - Flash Dance-

Cabaret
"La Poupe"- sweet and sexy girls

Erotik Games - amusant - erotisch- sexy

Eine nackte Sinfonie-Dorett Night club-
Club Mon Chéri

Die erotischste Badeshow Berlins


Un hombre de abrigo marrón ensaya el italiano o algún trabalenguas con nosotros y nos invita con señales a entrar hacia el intrigante local .En la puerta una gatita de ojos rasgados le dice a Yalem, "mon chérie, vient te coucher avec moi". Somos vencidos por la curiosidad, el interior está semi-iluminado; hay flores rojas en las mesas y al fondo, sobre una alta repisa un televisor que exhibe películas pornográficas; no es la hora aún del apogeo, chicas rubias y otras de aspecto asiático y africano se dan los primeros ánimos en la barra; alguien se dirige hacia nosotros, entendemos que nos preguntan qué queremos servirnos...estamos apenados, somos los primeros exploradores, de una noche aún fresca en la Berlín de Babel...

***

Hoy es abril 29 de 1992, la primavera ha donado a los árboles un color cada vez más gentil; no se observa más las hojas caer revueltas por el frío. El profesor dirige la nave otra vez hacia nuestra práctica de observatorio urbano. Talvéz hoy no alcancemos a otear 40 Km de horizonte desde la "Torre de la Televisión", -se lamenta Becker-, mientras nosotros la observamos monumental alejarse vertiginosa en el encuadre posterior; hileras de otros vehículos nos acompañan. De pronto somos otra canoa en el río urbano, una motocicleta pasa diciendo

buuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu

Vamos por fin con dirección a la histórica Puerta de Brandenburgo.




Es divertido: tú comes un sandwich de jamón, miras por la ventana, no dices nada, hay algo como de sal sobre el pavimento, una anciana que cuando la guerra sería niña, pasea a otra niña que podría ser anciana en otra guerra; sientes una sensación de que todo vuelve sobre sí mismo y continúa; una generación que calla y otra que gritará más tarde; allá está la flecha que nos direcciona hacia la Puerta donde alguna vez Pinck Floyd derrumbó su "The Wall" sobre las piedras. Yalemtsega me mira anotar cuanto puedo en mi destartalada bitácora. Junto al chofer, el profesor Becker constata, como siempre, la relatividad de los mapas de la que en clases tanto habla.

Desde la ventana rozo con las manos un árbol de cerezas, !suéltalo!, -me dice otro estudiante de urbanismo italiano-, y entonces la bandera amarilla rojo y negra hace su aparición en el horizonte; yo solo escucho una sirena que puede ser el anuncio de algo que ocurre...tal vez los peligros de una ciudad poco humana ...o quizás sólo mi imaginación, o mi nostalgia perdida en un Ecuador a miles de kilómetros, en otra arquitectura menos alta, menos maciza, menos gris, menos asfixiante y simétrica, menos "pura", menos "post-moderna" y poderosa.

Por la avenida cruzamos a un ciclista al que no volveremos a ver nunca; sólo por un instante él viene, él pasa , él se dirige y desaparece
.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A beautiful way of discribing the new Berlin.
Congratulations